Tercera Intervención

El caracter y la personalidad de cada una de las mujeres que aparecen en la película son únicos, delineados no solo por sus vestimentas distintivas y accesorios, sino también por la forma en que son vistas a través de la cámara de Bergman. Por ejemplo, podríamos considerar que los acercamientos “cortan” el cuerpo de Agnes con frecuencia. Esta técnica fotográfica podría ser una metáfora para representar la enfermedad que consume su cuerpo. Es importante notar que la película tiene una narrativa fluida, sin embargo ésta no es lineal. Existen escenas que nos muestran el pasado de algunos personajes para que se puedan entender sus sentimientos y motivaciones. En estas escenas, sin embargo, no puede determinarse si son recuerdos verdaderos o simplemente son fantasías de los personajes. Bergman parece decirnos que las fantasías y los sueños son tan importante para nosotros como lo son las experiencias reales. A pesar de todo lo que se puede interpretar en la película, nunca se puede apreciar una solución a la problemática planteada inicialmente. En vez de eso, Gritos y susurros es una película que invita al espectador a pensar en la naturaleza de la condición humana. Para algunos, el final ambiguo podría poner a Agnes en un paraíso celestial, donde es absuelta de su dolor. Para otros podría únicamente sugerir la futilidad de su sacrificio. Sin embargo, la conclusión no es tan importante como el proceso de autodescubrimiento que experimentan y superan los personajes durante la película.