En la película “Gritos y susurros” de Ingmar Bergman se presentan sensaciones de miedo y angustia por parte de la hermanas de Agnes. Pero ¿qué es lo que hace que estas sensaciones se generen alrededor de enfermos terminales?
El miedo se presenta muchas veces ante lo desconocido; en este caso la muerte de un ser querido o más bien cercano. Las hermanas de Agnes, María y Karin, van a cuidar de ella después de que se le ha descubierto una enfermedad terminal (y a pesar de que siempre estuvieron muy distantes entre ellas). Además, está Anna, la sirvienta, que también la está cuidando. Pero hay una gran diferencia entre las hermanas y Anna: Anna si quiere a Agnes, mientras que las hermanas sólo se preocupan por ellas.
Las emociones que dominan tanto a Karin como a Maria son muy diferentes a las de Anna, que a la vez son muy diferentes de las que dominan a Agnes. Karin, que guarda rencor contra sus hermanas, sólo está presente para darle atención a Agnes a su hora de morir (además con disgusto); María es superficial y guarda un romance con el doctor, por lo que no se sabe si realmente va a cuidar a su hermana; Y Anna es la única que muestra estar con Agnes por servicio.
Donde aparecen más claramente las emociones del miedo y la angustia es en el momento en que Agnes tiene una clase de “resurrección”, donde a pesar de que las tres mujeres que le cuidaban tenían miedo, cada una lo demuestra de una manera diferente: Karin parece tener más miedo de que su hermana no este realmente muerta, como si hubiera deseado que nunca hubiera vivido; mientras que María parece tener pavor de que un muerto le esté hablando, y peor, que la esté tocando. Por otro lado, Anna también demuestra estar aterrada, ya que cunado sale para llamar a cada una de las hermanas su cara lo dice, pero lo interesante de Anna no es su miedo, sino el cómo reacciona ante él: le dice al cadáver de Agnes que ella se quedará con ella.
Como ya se expuso arriba, el miedo se da generalmente ante lo desconocido, pero muchas veces uno no se da cuenta de que el miedo debe ser de otro. Es decir, el miedo lo debería tener Agnes, ya que ella es la que está en el límite entre lo conocido y lo desconocido, entre la vida y la muerte. Es ella quien debería estar aterrada de lo que le pase, pero ella en su diario escribe que mientras sus hermanas la acompañaron, ella estuvo feliz, aún conociendo su distancia entre ellas.
El miedo se presenta muchas veces ante lo desconocido; en este caso la muerte de un ser querido o más bien cercano. Las hermanas de Agnes, María y Karin, van a cuidar de ella después de que se le ha descubierto una enfermedad terminal (y a pesar de que siempre estuvieron muy distantes entre ellas). Además, está Anna, la sirvienta, que también la está cuidando. Pero hay una gran diferencia entre las hermanas y Anna: Anna si quiere a Agnes, mientras que las hermanas sólo se preocupan por ellas.
Las emociones que dominan tanto a Karin como a Maria son muy diferentes a las de Anna, que a la vez son muy diferentes de las que dominan a Agnes. Karin, que guarda rencor contra sus hermanas, sólo está presente para darle atención a Agnes a su hora de morir (además con disgusto); María es superficial y guarda un romance con el doctor, por lo que no se sabe si realmente va a cuidar a su hermana; Y Anna es la única que muestra estar con Agnes por servicio.
Donde aparecen más claramente las emociones del miedo y la angustia es en el momento en que Agnes tiene una clase de “resurrección”, donde a pesar de que las tres mujeres que le cuidaban tenían miedo, cada una lo demuestra de una manera diferente: Karin parece tener más miedo de que su hermana no este realmente muerta, como si hubiera deseado que nunca hubiera vivido; mientras que María parece tener pavor de que un muerto le esté hablando, y peor, que la esté tocando. Por otro lado, Anna también demuestra estar aterrada, ya que cunado sale para llamar a cada una de las hermanas su cara lo dice, pero lo interesante de Anna no es su miedo, sino el cómo reacciona ante él: le dice al cadáver de Agnes que ella se quedará con ella.
Como ya se expuso arriba, el miedo se da generalmente ante lo desconocido, pero muchas veces uno no se da cuenta de que el miedo debe ser de otro. Es decir, el miedo lo debería tener Agnes, ya que ella es la que está en el límite entre lo conocido y lo desconocido, entre la vida y la muerte. Es ella quien debería estar aterrada de lo que le pase, pero ella en su diario escribe que mientras sus hermanas la acompañaron, ella estuvo feliz, aún conociendo su distancia entre ellas.